gototopgototop
2000 Imprimir

 

LOS VILLENA DE ALBOREA

1.- Marco geo-político

Como veremos, los Villena de Alborea procedían de Casas de Ves y, anteriormente, de Ves (normalmente llamada La Villa de Ves). Alborea, con casi todos los pueblos del actual partido de Casas Ibáñez, perteneció al gran "Estado de Jorquera", mientras "La Villa de Ves y sus Casas" formaban el pequeño e independiente "Rincón o señorío de Ves". Todo ello dentro del Marquesado de Villena, a quien debían obediencia y tributos.

 

El Estado de Jorquera fue conquistado definitivamente en 1213, pero apenas debió ser repoblado, pues persistieron los topónimos usados por los beréberes. Fue donado por Fernando III a su hijo D. Manuel, señor de Villena y lo heredó su nieto, el famoso escritor D. Juan Manuel, Duque de Villena. Más tarde perteneció a Alfonso de Aragón, Duque de Denia y primer Marqués de Villena. El Señorío de Ves pasó pronto a ser de realengo, dentro del Corregimiento de Chinchilla, Reino de Murcia, Obispado de Cartagena. Por el contrario el Estado de Jorquera siguió perteneciendo al Marquesado de los Pacheco, dentro del Corregimiento de San Clemente, Reino de Castilla, Obispado de Cuenca.

 

Hay otras claras diferencias entre ambos territorios. Los topónimos en el Estado de Jorquera (llamado "Axarach" por los beréberes que lo poblaron) son de origen árabe. Así Mahora significa taberna, Malea (Villa Malea) equivale a bonita y Alborea proviene de al-Burayat que significa la torrecilla, por la atalaya o torre militar de vigilancia que había en lo mas alto del montículo donde se asienta. Mientras, los topónimos del Rincón de Ves, dominado teóricamente por unos pocos árabes que solo controlaban las huertas en Ves, son todos latinos: Casas, Balsa, Villar, Viso, Cantoblanco.

 

        También recuerdo en mi juventud, una diferente psicología en sus habitantes: más hacendosos y apegados a la riqueza en Alborea, mas estudiosos y andariegos en Casas de Ves, entre cuyos hijos había jueces y magistrados, músicos y tenores, abogados y militares, médicos y farmacéuticos, que normalmente ejercieron fuera pero acabaron volviendo al pueblo. Incluso el fundador del primer "cabaret" en Madrid, fue un colateral de nuestra familia, que uso algún dinero de mi abuelo en la iniciativa, floreciente al principio y fracasada después.

 

Ves, conocido como Villa de Ves o, simplemente, "La Villa", está situado en lo hondo de la agreste hoz del Júcar, que sigue por Alcalá y Jorquera, y cuya belleza es superior a las, ahora famosas, hoces del Cabriel. Fue "puerto seco de Castilla" por el puente que abría paso hacia el Sur. Se conocen los aranceles que debían aplicar las aduanas de Almansa, Yeste, Jorquera, Alcalá y Ves (p.e. 3 maravedíes por cada caiz de pan). Ves estaba protegido desde en Norte por un castillo o fortificación sobre abrupta e inaccesible peña, situada junto al río Júcar y aislada de tierra adentro por un hondo barranco. Sobre la peña había dos niveles. En el alto estaba una pequeña población amurallada (luego cementerio). A un nivel mas bajo, el Santuario de Ves y algunas casas, que pronto desaparecieron. Debajo de la peña se situaba el poblado, ya cerca del río, de cuyo medio de vida fueron, siempre, sus huertas. Pero el creciente cultivo de cereales en el altiplano hizo que muchas familias fueran trasladando su residencia a las varias aldeas o "lugares", especialmente a Las Casas.

 

Ves alcanzó la categoría de villazgo en 1272 pero sólo desde 1745 tuvo Alcalde Mayor en lugar de Alcalde Ordinario. En 1760, siendo Alcalde Mayor el Abogado de los Reales Consejos Francisco de Villena y Monsalve, consumó el traslado de la Alcaldía a Las Casas, hasta entonces una aldea, un "lugar", pero ya con mayor censo que la Villa. Ello significó el abandono progresivo del castillo de Ves (que acabó en cementerio) y de las casas de la villa alta. Hace unos años la creación de un pantano anegó las huertas y los vecinos fueron marchándose. Hoy la famosa Villa de Ves está deshabitada, solo algunas familias mantienen en el poblado bajo casas para las vacaciones.

 

El Santuario, que desde antaño tuvo gran fama, está asentado sobre antiguas construcciones situadas al borde de la peña. La magnífica Iglesia tiene tres buenos retablos renacentistas y barrocos. Por debajo hay tres semisótanos en que había libros y momias (el inferior lleno de ellas). Cada 14 de Septiembre, en la Romería del Cristo de Ves, se reúnen miles de personas para honrarlo. Teniendo en cuenta que en los documentos antiguos figura como Bes y que en el sótano más profundo manaba agua, cabe pensar que, inicialmente, fue un Santuario del dios fenicio-cartaginense Bes. En las estanterías de la sacristía (primer sótano) había enormes cantorales de pergamino y libros que registraban desde 1535 bautismos, casamientos y defunciones, entre ellas la del rey Felipe II.

 

Casas de Ves, antes el lugar de las Casas, está situado en el borde de la altiplanicie del Rincón de Ves, ya junto al término de Alborea, allí donde tenía garantizados buenos vientos para aventar las cosechas de cereales y aliviar los cálidos veranos. Fundada hacia 1500, su población fue creciendo a expensas de La villa, hasta tener unos 300 vecinos, cuando en 1760, pasó, definitivamente, a ser residencia del Alcalde Mayor de Ves, Francisco de Villena y Monsalve, hermano de mi antepasado Mathias. En 1785 se autorizó por Real Carta la construcción de la espléndida Casa Consistorial, cuyo proyecto fue aprobado por el Consejo de Castilla y la Real Academia de S. Fernando. Cuando se terminó, en 1803, tenía ya más de 500 vecinos. En 1810 se le concede la categoría de Villa y se le designa oficialmente como cabeza de todo el Rincón de Ves. Definitivamente, en 1920, se separó a La Villa de Ves como municipio independiente, hoy funcionando en El Villar.

 

Durante la primera guerra carlista los vecinos acomodados de las Casas, dirigidos por el liberal Andrés José Villena, arreglaron las antiguas fortificaciones de Ves y allí se atrincheraron librándose de ser tomados rehenes, como ocurrió a otros hacendados. En 1868, tras el derrocamiento de Isabel II, se formó en Casas de Ves una junta de Progresistas-Republicanos bajo el impulso de Juan Andrés Villena Ortega, hijo del mencionado Andrés José. La tradición republicana se mantuvo en la familia, mi abuelo Leonardo Pardo Villena era el Jefe de los republicanos del territorio de Casas-Ibáñez y en su casa, ahora de su hija, se celebraban las reuniones del partido.

 

Alborea (al-Burayat = la torrecilla) debe su existencia a la torre de vigilancia, la atalaya, erigida, quizás en el periodo romano, en el montículo donde ahora está la Iglesia (de cuya torre es la base). Su misión era vigilar la calzada que desde Chinchilla iba a Requena y Sagunto. Debió atisbar la huida del Rey moro Junes perseguido por el Cid. Y las incursiones castellanas de 1183 y 1190 que llegaron hasta Requena. Y la de Alfonso XI camino de Játiva. Conquistada definitivamente en 1213, perteneció, como aldea, al Consejo de Jorquera creado en 1266. Debió seguir teniendo un papel importante en tiempos de D. Juan Manuel, que poseía una gran cantidad de castillos y torres vigía y podía viajar desde Cartagena hasta Navarra, protegido por esta red. D. Juan Manuel en su "Libro de Caza", que trata solo de la caza de ribera: "porque la caza de las perdices et de las liebres non es caza tan noble", escribe "En el río Xucar ha alguna garza, mas non en buen lugar para la matar con falcones, et en Alvorem, en Fuente Albilla hay ánades según dicen".

 

Mucho más tarde, en 1445, entró dentro del Marquesado de Villena concedido a los Pacheco, que constituyeron un palacio en Jorquera, impulsaron la construcción de Iglesias y repararon los castillos, no así las atalayas que habían perdido importancia. La enorme y bella "media naranja" o cúpula de la Iglesia parroquial, bien visible desde lejos, se levantó en el siglo XVII, englobando en la base de su torre los restos de la primitiva atalaya. Alborea alcanzó, finalmente, la categoría de Villa a principios del siglo XIX.

 

2.- Las generaciones

 

En los libros parroquiales de Villa de Ves pude encontrar noticias, a veces incompletas, de los Villena primitivos. Después, mi padre y yo escudriñamos los libros parroquiales de Casas de Ves y de Alborea. 

 

Etapa de Villa de Ves

De estas primeras generaciones doy solo el nombre de los antepasados Villena (con su fecha de nacimiento entre paréntesis), el nombre de sus cónyuges y, entre ambos, la fecha de matrimonio. Prescindo de los colaterales, que fueron muchos y se aposentaron en Casas de Ves, Alborea, Casas Ibáñez y otros pueblos. Cada matrimonio suele tener de 3 a 5 hijos, pero llegaron a 10, en algún caso. Si tenemos en cuenta, además de nuestros antepasados, todas las otras familias Villena, los nombres que más abundan eran Andrés, Francisco y María. Hay que resaltar que se mantiene el de Villena hasta mediados del siglo XVIII. Son frecuentes los matrimonios entre Villenas. Tanto por la redacción de las partidas de nacimiento como por los padrinos que en ellas figuran, parece que se trataba de una familia apreciada y distinguida.

 

Andrés de Villena -hacia 1550- Leandra Pardo

Andrés de Villena Pardo (1556) -1575- Catalina de Iniesta

Andrés de Villena Iniesta (1577) -hacia 1600-?

Andrés de Villena (1605) -1637- Catalina García

 

Etapa de Casas de Ves.

 

Lógicamente los herederos del mayorazgo de los Villena de La Villa, tenían tierras en la altiplanicie y necesitaban una segunda vivienda en Las Casas para vigilar la recogida de las cosechas y guardarlas. Ellos, y sus hermanos, acabaron por fijar allí su residencia permanente.

 

Andrés de Villena García (1639) -1671- Juana Villena

 

Aparecen como moradores, quizás parcialmente, en Casas de Ves.

Andrés de Villena Villena (1676) -1695- María de Monsalve

 

Parece que fueron los primeros que habitaron permanentemente en el lugar de Las Casas, aún no sabemos donde. Al igual que los Villena, la familia Monsalve tenía propiedades en el altiplano. Eran del hermano de María, Miguel de Monsalve Valiente, cura párroco de Ves, heredero del mayorazgo, que luego se uniría al de los Villena en Mathias.

 

Andrés de Villena Monsalve (1711) -1737-Francisca Ma Contreras

 

Andrés, el primogénito, era abogado y heredó el mayorazgo de los Villena. Debía tener muchas y buenas fincas en Las Casas, alguna quizás proveniente de la familia Monsalve, cuyo mayorazgo aun era independiente, se casó en 1733 con Emerenciana Sáez que murió sin descendencia. En segundas nupcias casó, en Alborea, con Francisca María Xaviera Contreras de la conocida familia Contreras de ese pueblo, teniendo ocho hijos, todos bautizados en Las Casas, donde vivieron, en la casa sobre la que está el rótulo "Plazuela Villena", en la calle de la Plaza. Su único hermano, Francisco (1713), Abogado de los Reales Consejos, residía también en Las Casas, en una casa próxima a la de su hermano, también en la calle de la Plaza. Siendo Alcalde Mayor de la Villa de Ves consumó, en 1760, el traslado de la Alcaldía a las Casas. Su mujer oriunda de Villena, le dio un hijo, Andrés, que no tuvo descendencia.

 

Mathias Villena Contreras (1742) -1778- Isabel Pérez Contreras

 

Mathias Villena (ya sin el "de"), el primogénito de Andrés y Francisca Ma heredó los mayorazgos de su padre y de su tío, el sacerdote Miguel de Monsalve. Se casó con su prima de Alborea Isabel. Como pasaba el tiempo sin que tuvieran descendencia, se trajeron a su sobrino Aniceto, hijo de su hermano Andrés, casado con otra Contreras y afincado en Alborea. Pero Isabel, al llegar la menopausia, en 1794, tuvo un hijo, el famoso Andrés José Villena Pérez, un gran personaje, metido en política. Reunió una gran cantidad de bienes....y de hijos, a los que hubo de añadir tres "Villenetas" fuera del matrimonio. Su primer hijo Matias (escrito ya sin "th"), fue educado como heredero de esta gran fortuna. Pero se quedó compuesto y sin.... mayorazgo. En efecto al derogarse la ley que mantenía el mayorazgo hubo de repartirlo con otros doce. Emigró y se casó en Ayora, obteniendo, allí la fortuna que esperaba e iniciando aquellos Villenas. Entre las hijas de Andrés José estaban Jacoba, origen de los Ochando Villena, hoy Gómez Ochando e Isabel, abuela del farmacéutico Francisco Moreno Villena.

 

Francisco Ma Villena Contreras (1749) -1785-Quiteria Cañadas

 

Este tercer hermano de Mathias, abogado, casó con Quiteña, de la familia Cañadas de Villamalea (dueña de la finca Charcos Blancos), cuyos hermanos eran los párrocos de Villamalea y Montealegre. Vivió en Casas de Ves, en la antigua casa de la calle Claudio Solano. Tuvo dos hijos; Andrés Ma, y Francisco Ma. El Capitán Andrés María Villena Cañadas (1786), era llamado el Capitanazo por su corpulencia, que lucía haciendo gimnasia en la esquina de la citada casa que él heredó y rehizo y que ahora está reparando mi hija Cristina. Fue el abuelo de mi abuelo Leonardo Villena Pardo. El segundo hijo, Francisco María (1790) fue el abuelo de Sofía Villena Ochando, bien conocida en Casas de Ves.

 

Francisco Ma Villena Contreras (1749) -1795-María Antonia Pérez

 

Muerta Quiteria, Francisco Ma volvió a casarse, en Cenizate, y tuvo un hijo, Juan José, del que procedían los Villena Pérez de Cenizate.

 

Etapa de Alborea

 

Los Villena, al asentarse de Alborea, aportaron el prestigio de su familia y fueron buenos administradores de las hijuelas de sus mujeres, de las familias Contreras y Rodenas y de la "indiana" Ana Herrero, ya que los bienes del mayorazgo se quedaron en la familia de Casas de Ves. Debían tener buena salud: varios de ellos enviudaron y volvieron a casarse. Tuvieron una gran propensión a hacerlo con parientes próximas, de Alborea, Casas Ibáñez y Las Navas, pero no de Casas de Ves. Parece como si el fracaso de Aniceto, como presunto heredero del mayorazgo, enfrió las relaciones con la familia de Casas de Ves. Este "tabú" continuaría hasta que mi padre se casó en Casas de Ves y, sin saberlo, con una prima cuarta.

 

Andrés Villena Contreras (1745)-1788-

Petronila Contreras

 

El segundón Andrés inició los Villena de Alborea. Se casó con su prima Petronila de este pueblo y allí vivió con su hijo Aniceto, el frustrado heredero de Mathias, en la casa de la Iglesia no 2, que heredó de su madre Francisca Ma Contreras.

 

Andrés Villena Contreras (1745) -1788- María Villena Descalzo

 

Ya viudo, se casó con su prima María, de Casas Ibáñez, teniendo dos hijos: Ramón y Benita. Esta, casada en Villamalea con Miguel Cañadas, fue el origen de los Cañadas Villena de esa población. Al morir Andrés, la casa de Iglesia no 2, se repartió, pro indiviso, entre sus hijos Aniceto, Ramón y Benita, y luego alguno de los nietos. Aniceto acabaría comprando esas cuotas, excepto una que pasó al solar donde le levantó el Cine-Teatro.

 

Ramón Villena Villena (1790) -1826 Marcelina Toledo

 

Ramón se casó con Marcelina, de las Navas, donde vivieron, muy en contacto con la familia de Alborea. Fueron padres de mi antepasada Pura Villena Toledo, de la que hablaremos después, y de Andrés origen de los Valencia Villena de Albacete y Madrid, mis primos terceros. Muerta Marcelina, Ramón se volvió a casar en 1838 con Isabel Yañez, dando origen a los Pérez Villena de Albacete, mis primos terceros.

 

Aniceto Villena Contreras (1781)-1810- María Villena Pérez

 

Se casó con una sobrina de su madrastra, también de Casas Ibáñez. Heredó, de su madre, Petronila, la casa de los Contreras en Ardal, 10, donde vivieron. La reedificación parcialmente y llenaron su zaguán de cornucopias de cabras silvestres por él cazadas. De este primer matrimonio nació mi bisabuelo Andrés Villena Villena, padre de mi abuela Laura Villena Villena.

 

Aniceto Villena Contreras (1781) -1823-Pascuala Rodenas

 

De este segundo matrimonio con Pascuala, de la familia Rodenas, nació otro de mis bisabuelos: Juan Francisco Villena Rodenas, padre de mi abuelo Aniceto Villena Herrero. Pascuala enviudó en 1843, se volvió a casar y tuvo otros cinco hijos. Heredó de su padre, el médico "Francisco" Rodenas, la casa de Alcalá 19. Para asegurarse que, a su tardía muerte (1881), pasara a su primer hijo, Juan Francisco, se la dejó en manda por 11.000 reales. Pascuala tuvo un tío presbítero cuyos libros en latín, juntamente con algunos de su padre, de medicina, estaban en un baúl en la cámara de la cuadra del corral, en Alcalá 19.

 

Andrés Villena Villena (1815) -1840- Pura Villena Toledo

 

Adres fue emancipado por su padre y vivió solo durante siete años en Ardal 10, aunque recibía frecuentes visitas de su tía Regina, de Casas-Ibáñez, origen de los Jara Villena de aquel pueblo. Andrés, instruido y eficaz, administraba su hacienda con el consejo de su tío Pedro, farmacéutico en Casas Ibáñez. Lógicamente se casó con su prima Puara de aquella familia. Los dos eran, como hemos visto, nietos de Andrés Villena Contreras pero de distintas abuelas. Su primogénito fue el tío Enrique que vivió en Ardal 10 y, sin casarse, tuvo un hijo a quien dejó parte de su fortuna. La casa de Ardal, pasó, a su muerte, a su hermana, mi abuela Laura, nacida en 1850. Muerta Pura, Andrés se casó con otra Villena, Francisca Ma, pero no tuvo más hijos.

 

Juan Francisco Villena Rodenas (1825) - 1850-Ana Herrero Molina

 

De este matrimonio nacieron mi abuelo Aniceto (que se casaría con su prima Laura) y dos hijas (tía Nati en la plaza y tía Adoración junto a nuestra casa) casadas con dos Pedrones, origen de las dos ramas de los Pedrón Villena de Alborea, después Jiménez Pedrán y Rayado Pedrón, mis primos terceros. Juan Francisco fue el primero en vivir en Alcalá 19, la casa de los Rodenas, que recibió de Pascuala, su madre. La modernizó y le añadió las bodegas y corrales de ganado. A su muerte la casa se partió entre sus hijos Aniceto y Adoración (a la otra hija Natividad se le adjudicó la casa de la Plaza).

 

Hablemos de Ana Herrero Molina, hija de Pascual Herrero de Alborea y de Dominga Molina, india andina, hija de un "cacique" de una tribu cerca de Mendoza, al pie de los Andes (Argentina). Los restos del ejército español fueron recluidos en un campamento y Pascual cayó enfermo, cuidándole Dominga. Su suegro le inició en el comercio de pieles de los Andes, con el que hizo una gran fortuna, trayendo un cofre (destruido durante la guerra, del que guardé un trozo) con monedas de oro y un rosario de quince misterios. Juan Francisco usó esta riqueza para cultivar azafrán (obtenía unas 2.500 onzas por año, lo que representa una fortuna), vino y ganado. Del rosario de oro se hicieron tres, uno para cada hijo. Desaparecieron durante la guerra civil. Yo tuve en mis manos el de Aniceto, una joya por su artística elaboración.

 

3. Mis abuelos

 

Aniceto Villena Herrero -(1851) -1874- Laura  Villena Villena

 

Otra vez primos hermanos. Tomando los 8 apellidos, de sus hijos, como entonces era corriente en Portugal, cinco eran Villena. Vivieron en Alcalá 19, que rehicieron parcialmente en 1890, y tuvieron 12 hijos, pero 6 murieron de pequeños. Los otros 6 se casaron: Adolfo en Alborea, Juan Andrés y Pura en Casas Ibáñez, Abilio en Mahora y Heliodoro en Albacete. Enrique, mi padre, rompió la aparente repulsa por las chicas de Casas de Ves y, además, eligió (sin saberlo) una Villena. Cuando Aniceto murió, Laura mantuvo la unidad y la disciplina en la familia. Allí todo era de todos, convivían los hermanos y no había gran diferencia entre ser hijo o sobrino. De sus hijos mayores encargó a Adolfo la dirección, a Enrique la administración y a Abilio la ejecución. Esta explotación conjunta continuó incluso tras la muerte de Laura. Y se renovó en 1952, tras la guerra civil, mediante un compromiso de Aniceto y Laura" y "dejar la casa de labor de Alborea para el beneficio de la explotación... y para alojamiento de los que suscriben, cuando se desplacen a Alborea".

 

Juan Andrés unía los nombres de sus abuelos paterno y materno. Fue médico, se casó y ejerció en Casas-Ibáñez. Al enviudar pidió el traslado y le dieron Molina de Segura. Allí se casó con Fuensanta. No tuvo hijos. Enviudó y pasó sus últimos años con tía Pura en Albacete.

 

Adolfo, con otros hermanos, se educó en un famoso Colegio de Ayora, donde teníamos familia. Era un magnífico "relaciones públicas". Casó en Alborea con Asunción. Vivió en Albacete, tenía su tertulia en el Casino Primitivo, pero era amigo de todos. No tuvo hijos. Dirigió los negocios y actividades de la familia. Incluso daba el visto bueno a los nuevos matrimonios.

 

Enrique, mi padre, estudió también en Ayora. Muy estudioso ingresó en el cuerpo de Secretarios de Ayuntamiento. Ejerció en Cenizate, donde teníamos familia. Pero Laura le exigió que volviera a Alborea para llevar el peso de la administración de fincas y negocios. Gran lector, escribió infinidad de notas sobre todo lo que leía y sobre todos los asuntos de la familia. Rompió el aparente "tabú" de los Villena de Alborea y se casó en Casas de Ves. Y sin reparar que Leonor, mi madre, era la biznieta del antes mencionado Andrés Ma Villena, el "capitanazo" y, por tanto, su prima cuarta. Su trabajo para la "comuna" de Alborea lo simultaneaba con la administración de las fincas de mi madre en Casas de Ves, en cuya casa pasábamos temporadas, aunque más cortas que las de Alborea. Luego vivió en Albacete y, más tarde, con nosotros en Madrid

 

Pura, se caso con Miguel, el médico que sustituyó a Juan Andrés en Casas Ibáñez, donde vivió. Hacían muy buena pareja. Al enviudar marcho a Albacete donde acabó casando con José Manuel, un bondadoso negociante que murió tras la guerra civil.

 

Abilio, era muy inteligente y capaz de adaptarse a cualquier situación. Se ocupaba de controlar el negocio de compra-venta de muías de labranza, especialmente su compra en las distintas ferias de ganado. Casó con Almérida, de Mahora, donde vivió felizmente, hubo de compaginar sus obligaciones con la familia y la administración de las fincas de su mujer.

 

Heliodoro era el mimado de mi abuela Laura. En esa "república" de los Villena que existía en Alborea, me aleccionaba y reprimía como si fuera mi padre. Lo recuerdo como un gran fumador, encendiendo un pitillo con la colilla del otro, pitillos que el mismo liaba tras preparar cuidadosamente, con mi ayuda, la mezcla de tabaco. Era un gran jugador de dominó. Colaboró, como los demás hermanos en los negocios familiares y se casó con Paquita, en Albacete, donde vivió.

 

He dado noticias de trece generaciones, incluyendo la mía, que no es numerosa porque nuestros antepasados se cerraron en sí mismos, con matrimonios entre ellos. Hablando sólo de los primos hermanos, que convivimos en la "comunidad" de Alborea, fuimos nueve. Tras la reciente muerte de Abilio (un hermano para nosotros) solo quedamos Laura, Andrés y yo. Y Andrés es el único que sigue la saga de los Villena: mantiene la tradición del nombre y de la explotación de las fincas de Alborea.

 

Si tenemos en cuenta a los hijos y nietos, tenemos noticia de quince generaciones, que no son las 42 de Cristo, pero son ya un buen número para poder hablar a nuestros descendientes de la tradición de la familia Villena. Yo los calificaría de talante pacífico y trabajador, cristianos discretos y respetuosos y muy serios, con "palabra de rey".

 

Cabe aún una pregunta: ¿De donde vinieron los Villena a la Villa de Ves?. Podría suponerse que procedían de un judío habitante en Villena, la capital del Marquesado, que, al convertirse y según la costumbre, tomó como apellido el nombre de su ciudad. Y que el Administrador General del Marquesado lo envió, como experto en finanzas para que cobrara los impuestos en el Señorío o Rincón de Ves. Este enviado creó una familia ilustrada y adinerada. Celosos de su apellido "de Villena", se casaron frecuentemente entre sí y acabaron expandiéndose por los pueblos cercanos.

 

Un indicio de que esto sea cierto es que, durante nuestra estancia en la Columbia University de Nueva York, fui varias veces a una sinagoga "sefardí" (es decir de antiguos judíos españoles) y por dos veces, me tomaron por judío. Pero, en congresos y viajes también me han tomado por árabe. Y en una Conferencia de educadores me confundieron con un profesor oriundo de Mendoza, la cuna de mi tatarabuela Dominga, la andina.

 

Podemos estar satisfechos de llevar sangre de todas las etnias, lo que nos debe animar a estar abiertos a todos, en Paz, Alegría y Esperanza.

 

 

Leonardo Villena Pardo


 

Esta web utiliza cookies para mejorar la experiencia de usuario y para obtener estadisticas de visitas. Si continua navegando por la web, usted acepta su uso. Saber más.