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2007 Imprimir

 

FABRICA DE ALCOHOL EN ALBOREA

 

La aproximación al estudio y al recuerdo de esta fábrica de alcohol de Alborea pretende únicamente acercarnos al conocimiento de la arquitectura industrial en el pueblo y poner de manifiesto aspectos económicos y vivénciales de esta fábrica mientras tuvo actividad. Este modesto trabajo pretende poner de manifiesto la importancia de este tipo de arquitectura, principalmente la de su chimenea fabril, y la necesidad de conservar y restablecer dicho complejo. En definitiva, se trata de acercarnos un poco más al conocimiento de un edificio emblemático que forma parte del paisaje urbano de nuestra localidad, que tiene elementos familiares y que ejerce de vigía, de fielato y antesala antes de acceder al pueblo.

 

Su chimenea industrial es el símbolo de una época industrial pasada. Es el vestigio o hito de la historia industrial de Alborea. Esta construcción, antes humeante, es el signo de la productividad, del poder económico y de la industrialización de principios del siglo XX cuando se construye y comienza a funcionar. En esta época la economía de la provincia de Albacete, y por ende la de Alborea, estaba poco avanzada y modernizada, con predominio de la agricultura tradicional y una industrialización bastante escasa en la que predomina el carácter familiar.

 

 

Esta fábrica de alcohol de Alborea comenzó a ser construida en 1907 por Pedro Carrión Carrión, su primer propietario. Y eso lo sabemos, gracias a la inscripción "P.C." que se encuentra en la parte superior del fuste de la chimenea, así como su registro en la Administración de Hacienda de Albacete, el 19 de abril de 1908, a nombre de Pedro Carrión y con el nombre de Fábrica de Alcohol de Vino y Ganadero. Esta fábrica pasó a los herederos de don Pedro, sus hijos Josefa y Pedro Carrión Carrión. De 1920 a 1933 figura como fabricante de alcohol vínico Pedro Carrión Carrión, quien lleva a cabo obras de reforma y ampliación.

 

 

En torno a 1922 se construye la espléndida y esbelta chimenea industrial y gran parte del resto del conjunto de la fábrica, principalmente naves y torres para las calderas. Esta fábrica de alcohol pasa ahora de funcionar con un aparato de "fuego directo "a funcionar con un mecanismo "destilador a vapor". En el año 1937 la fábrica es comprada por Francisco Selma Cerrillo quien trabajó con el "destilador a vapor" hasta el año 1942, sustituyéndolo, a partir de esta fecha, por un "rectificador" vino y residuos vínicos", con el que trabajó hasta 1957. Y también es relevante indicar que en 1951, a parte de la fábrica, se construyó dentro una bodega. El 14 de febrero de 1962 la compró Alberto Carrión Martínez a Francisco Selma, quien procedió en el año 1963 a quitar el "rectificador" para pasar a trabajar con un "destilador de fuego directo" que empezó a funcionar en 1964, y en 1965 puso otro "destilador de fuego directo con un tuvo" trabajando con ambos hasta 1967, último año de fabricación de alcohol en esta localidad.

 

En la actualidad su estado de conservación en general es bueno, salvo los desprendimientos y las fisuras que tiene el capitel en su parte superior. La propiedad de todo este conjunto es privada, y sigue perteneciendo a Alberto Carrión Martínez, persona, muy apreciada en Alborea y a quien mi familia tiene en gran estima.

 

La materia prima de esta industria ha sido el vino para ser transformado en alcohol, salvo cuando se hizo la bodega que la materia era la uva, que llenaban en carros. En cuanto a los trabajadores de esta fábrica, también protagonistas de la historia de este inmueble, ha variado, como es lógico, a lo largo del tiempo, según el volumen de su actividad y necesidades; unas veces había 10 ó 12 trabajadores, otras 6 ó 7, y cuando se trabajaba con aparatos de fuego directo, según información facilitada por su actual propietario, de 4 a 6 durante todo el año. A lo largo de su historia ha habido años de mucho trabajo y años de crisis en los que la fábrica permanecía parada por falta de materia prima.

 

 

Algunos de los trabajadores de esta fábrica, siendo su propietario Alberto Carrión Carrión, eran:

 

Francisco Pardo Serrano, Juan Pérez Mondéjar, José Martínez Jiménez, Antonio Defez García, José Mª González Teruel, Juan Defez García, Juan Serrano Medina, Juan González Cebrián, Evaristo González Monedero y Cristino Pérez Arce1.

 

 

En cuanto a su chimenea, construida posiblemente por un maestro valenciano, tiene una altura de unos 20 metros. Presenta una base de forma rectangular, dividida en dos cuerpos, siendo el segundo más estrecho que el primero. En una de las caras se abre la bocana de medio punto. La parte superior de la base es moldurada con una decoración de ladrillos en forma vertical y horizontal creando una ornamentación de "T" El fuste es octogonal y en la zona superior aparece la citada inscripción. El capitel es sencillo y está muy deteriorado. Tiene un anillo de ladrillos en la parte inferior. No conserva ni el pararrayos ni el cable2. Esta chimenea industrial forma parte del conjunto fabril y es un referente o testigo de una sociedad dedicada a la industria. Servía para evacuar los humos o gases generados por los hornos de la fábrica o máquinas de vapor a la atmósfera. Cuanto más alta, la tirada de gases era mayor. Su aparición coincide con la adopción de la caldera de vapor como nueva técnica en los procesos de producción y con el uso del carbón como recurso energético natural.

 

Ficha técnica de dicha CHIMENEA INDUSTRIAL

Inventario: 2/2005.

•Fecha: 1922.

•Industria: fábrica de Alcohol.

•Ubicación: CM-3207 (Carretera Comarcal, Alborea-Cofrentes) ALBOREA.

•Estado actual: Sin actividad. Conservada.

•Propietario: Alberto Carrión Martínez.

 

 

Por último, quisiera indicar que esta fábrica forma parte del Patrimonio Histórico de Alborea, forma parte de los bienes muebles e inmuebles que constituyen las huellas físicas del pasado industrial y productivo del pueblo y forma parte del paisaje de la localidad. Por todo ello, aprovecho esta ocasión para reivindicar su restablecimiento y poder utilizar sus instalaciones (museo etnológico, por ejemplo). Espero y deseo que, después de este breve ensayo histórico, comencemos a valorar un poco más nuestro rico y desconocido patrimonio, tal vez olvido por haber dejado de funcionar.

 

No puedo ni debo terminar este breve ensayo sin dar las gracias a Alberto Carrión Martínez y a sus hijos Cayetano y Mariví pues, tal vez, sin su información y ayuda este modesto trabajo no hubiera visto la luz.

 

(1) El perro que hacía de vigilante y mascota era un mastín llamado Dick

(2) CLEMENTE LÓPEZ,P., Y SANCHEZ TOMÁS, Cecilio, “Las chimeneas industriales de la provincia de Albacete”. IEA, Albacete, 2006, p.40.

 

JOSÉ DEOGRACIAS CARRIÓN IÑIGUEZ


 

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