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El habla de Alborea Imprimir

UN EJEMPLO DE CASTELLANO COMO COMPLEJO DIALECTAL: EL HABLA DE ALBOREA  

 

0. INTRODUCCION  

0.1. "En todo estudio del castellano habrá que tener muy en cuenta su condición de complejo dialectal". Esta frase de V. García de Diego (1) refleja la realidad de las hablas en la mayor parte de las localidades españolas. Hoy mas que nunca los medios de comunicación, los cambios demográficos, tanto emigratorios como inmigratorios, y el acceso a la información estandarizada nos conducen a unas formas lingüísticas, que cada vez tienden mas a la homogeneidad de la comunidad lingüística. 

0.2. Ahora bien, si pretendemos homogeneidad total entre los individuos que integran esa comunidad, nunca lo lograremos. La homogeneidad de Que hablamos, se refiere a la interpretación de las variantes, a cambios comunes de estilos.

No obstante, no todo es variación ni toda variación se inserta en el sistema. Con respec­to al español, hemos de considerarlo como una vasta complejidad de dialectos geográficos y una superposición de dialectos sociales, al mismo tiempo que se afirma sobre ese mosaico de dialectos y subdialectos.  

0.3. La diferenciación lingüística nos plantea el tema de las fronteras y límites de las lenguas o geolectos. Milá y Fontanals (2) se cuestionó el problema de la transición radical o graduada de las lenguas colindantes de una misma familia y se decidió, en general, por la vía de las transiciones repentinas, pero no cerró el camino a una posible vía de fusión mucho más lenta.

Posteriormente, Ramón Menéndez Pidal (3) se inclina a favor de los “dialectos de transi­ción”, y hablaba de un gallego de transición, un catalán de transición, un aragonés y un leonés de transición, aunque no un valenciano ni un murciano de transición.  

0.4. La dialectología registra y estudia toda la variación diatópica de la lengua histórica como tal, y trata de sacar de la variedad mis­ma, inferencias acerca del modo como funcionan, se constituyen y se modifican las tradiciones idiomáticas. Su tarea primera no es la de esta­blecer fronteras entre los geolectos, sino la de comprobar la configuración diatópica real de la lengua histórica, la cual puede presentar limites efectivos diferentes para los distintos fenómenos considerados.

A la vista de todas las referencias citadas, es posible que la intuición de Vicente García de Diego acerca del español como complejo dialectal, quepa someterla a una reflexión de especialización, a fin de inyectarle nuevas coordenadas teóricas Y metodo1ógicas. El español presenta, bajo su unidad, múltiples modalidades distintas, que nos exigen no sólo catalogación e inventario, sino matización y estructuración de las evidentes afinidades y discrepancias. Las relaciones dialectales en una lengua tan expandida como la española, ni responden hoy a todas las situaciones lingüísticas del mundo hispanohablante ni las resumen.  

0.5. La sucinta exposición anterior sirve como introducción justificativa a un ejemplo de com­plejo dialecta1, que creo podré demostrar, en el límite nororiental de la provincia de Alba­cete, el ángulo formado por la intersección del Júcar y el Cabriel, en el límite del Aragonés Y el Castellano, según el mapa XVI que presenta Alonso Zamora Vicente en “Dialectología Españo­la”, Madrid 1985, Y que a titulo de muestra hoy presento en un solo municipio: Alborea.  

 

1. DELIMITACION LOCAL  

1.1. La localidad pertenece a una comarca que se halla en el N.E. de la provincia de Albace­te, limitando al N. con la provincia de Cuenca y al N.E. con la de Valencia. En realidad, el río Cabriel al Norte y el Júcar al Sur son sus limites naturales, con una carretera nacional, la 322, que la atraviesa por el centro, y que es la vía principal de comunicación entre Albacete y Valencia.

Alborea, junto a Abengibre, Balsa de Ves, Casas de Ves, Casas-Ibáñez, Fuentealbilla, Vi­lla de Ves y Villatoya forman una comarca cuya cabeza es la localidad de Casas-Ibáñez. (4) 

1 .2. Históricamente, siempre la comarca ha tenido relaciones comerciales con Levante. Del "Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico" de Pascua1 Madoz (5), de 1846, ya se deduce que la comarca gira en torno a dos núcleos de mayor entidad: a) Casas Ibáñez como Partido Judicial; b) Jorquera con el Arciprestazgo, dependiente de la Diócesis de Cartagena, y la Estafeta de Correos.

Por lo que respecta al comercio, ya entonces, se venden patatas y azafrán a Valencia, que seria la puerta de salida hacia el puerto de Marsella, y lana a Alcoy. Se compra arroz y bacalao de Valencia. La vía de comunicación habitual era Villatoya-Requena-Valencia. 

1.3. Si analizamos ahora los movimientos de población actuales, hay que tener en cuenta tres modalidades distintas:  

a) Emigración de la población de los munici­pios rurales, fundamentalmente a la capital.

b) Emigración interprovincial a otras zonas y provincias más industrializadas: Comunidad Valenciana, Cataluña y Madrid, principalmente.

c) A partir de la mitad de la década de los setenta se experimenta un considerab1e número de retornos a la provincia, debido a la crisis econ6mica sufrida por la industria en ese decenio.

De este movimiento, el 80,61 X de las personas que cambiaron de municipio de residencia, tomando como referencia la población censada el 31.XII.70 y que residía en la provincia de Albacete el 31.XII.60, marcha a otras provin­cias, principalmente a las costas levantinas, Barcelona y Madrid. (6) 

 

MOVIMIENTOS MIGRATORIOS INTERIORES INTERAUTONOMICOS REFERIDOS A LA PROVINCIA DE ALBACETE (1961-1970) (Superiores a 1.000 personas)

 

Comunidad residencia                        Emigrantes                  %Sobre el total de

        en 31.XII.70                                                              emigr. Interautonómica

…..

Comunidad Valenciana                      39.818                                    64,2

….. 

La corriente de desplazamientos a A1bacete es, evidentemente, menos caudalosa. Según los datos obtenidos del periodo intercensal 1961-­1970, el número de inmigrantes hacia Albacete fue de 8.339 personas, distribuidas así: 

 

INMIGRACIONES AUTONOMICAS REFERIDAS A LA PROVINCIA DE ALBACETE SEGUN GRUPOS DE EDAD (1961-1970)

 

Comunidad residencia                                    De 10 a           De 25 a              De 50 y

         en 31.XII.60                 Total                24 años             49 años              más años

…..

Comunidad Valenciana          1.721                  416                  1.042                    263

….. 

Quizá para este estudio lo más importante es que los regresos que llegan a la provincia se producen desde Valencia, Madrid, Alicante y Barcelona, y por ese orden. Así de la Comunidad Valenciana procede el 25,1% de la inmigración en ese decenio.

Si cito estos datos es porque creo que la Demografía y los movimientos de migración deben ser tenidos en cuenta como condicionante dia­lecto1ógico. Lo fueron en la antigüedad con las repoblaciones y sus influencias, y lo tienen o pueden tener ahora, ya que desde la década de los sesenta los movimientos de población penin­sulares han sido muy fuertes. 

 

2. MARCO HISTORICO 

2.1. El Tratado de Tudillén (1151) delimitó las conquistas de la Corona de Aragón en España hasta Murcia, y aunque el dominio efectivo ara­gonés sólo se extendía por el Bajo Ebro, cerra­ba así la ulterior perspectiva de expansión peninsular.

Posteriormente el Tratado de Almizra (1244), concertado entre Fernando III y Jaime I de Aragón, dejaba Murcia en manos de Castilla. A partir de 1246 Alfonso, príncipe heredero, dirige la castellanización del reino, en el que permanecía gran cantidad de población musulmana, especialmente en el campo y la huerta. La debilidad de las guarniciones cristianas no pudo evitar, veinte años después (1264-1266), la rebelión de los mudéjares murcianos, salván­dose por la intervención de tropas catalana-aragonesas de Jaime I, suegro del ya rey de Castil1a y León Alfonso X. El soberano aragonés se cobró la ayuda, haciendo la distribución de tierras del concejo de Murcia entre musulmanes y gentes de sus huestes, catalanas en su mayo­ría. (7)  

2.2. Las tropas del rey D. Jaime entraron en Murcia el 2 de febrero de 1266 y comenzó la ocupación, división de la ciudad, reparto y re­población. El reino fue reintegrado a la corona de Castilla, pero la necesidad de recompensar a las huestes participantes, indujo a proceder a una repoblación cristiana en las principales ciudades y núcleos urbanos. (8)

Así en la Crónica de Jaime I, cap. CCLXXI, consta que la repoblación afectó a unos diez mil hombres de armas catalanes y aragoneses que probablemente se establecerían en la urbe y su término. En otras ciudades importantes también los hubo, como en Jumilla, Almansa, Chinchilla, Yecla o Villena.

Entre los años 1296 y 1304 el reino de Murcia fue parte integrante de la Corona de Aragón como consecuencia de las luchas entre los Infantes de la Cerda Y Sancho IV. 

 

 

3. ANALISIS DE LA MUESTRA  

3.0. La muestra del habla de la localidad se recogió mediante la grabación de la encuesta utilizada para el ALPI, mas innumerables horas de conversación espontánea con las gentes del lugar durante una larga temporada de estancia y convivencia por razones laborales. Analizados los datos recogidos, podemos destacar, (9): 

 

 

3.1. NIVEL FONETICO 

3.1.1. Fonética vocálica La rea1ización de los segmentos vocálicos de la localidad, tanto tónicos como átonos, es semejante a la del castellano central culto. Presenta ligeras variantes en lo que se refiere al grado de abertura, condicionada, en general, por los entornos o por la estructura de la sí1aba. Se presenta una gran movilidad sobre todo en las átonas, como en todas las hablas vulgares. 

3. 1 .1 .1. Vocales i, e:

a) Se permutan con frecuencia en los casos siguientes: asimilación: aristín, dispierto; disimilación: rumear, pavisa; influencia valen­ciana: sorbitón; causas semánticas: chirrear; favorecer diptongos: hociquiar.

b) La e se muda a veces en a, bien por asimilación, bien por inf1uencia valenciana: varraco, varraquera.

c) La i ya sea semivocal o semiconsonántica aparece epentética para facilitar la formación de diptongos: escoplio, silbiar; otras veces, por metátesis, se facilita el diptongo: tainá, cieca.

d) Característico de la localidad y de la comarca es la pérdida de la vocal postónica -i­- en el caso del sufijo aumentativo -isimo: tan­tísmo, buenísmo... Sin embargo no es esta co­marca, dentro de la provincia de Albacete, en la que más se da este fenómeno; Chacón Berruga lo recoge como generalizado en el habla de La Roda, mas cercana a La Mancha.

e) Algunas é no diptongan en la conjugación verbal o en derivados verbales: preto (adjetivo), repreto, repretera (nombre). 

3.1.1.2. Vocal a:

a) Cambia a veces por vocal e: apargate, regle, alfalfe

b) Puede perderse totalmente, sobre todo en aquellos casos de deglutinación del articulo: lacena, zafranar, cieca, cayata, garrofa, garrofera… García de Diego recoge este mismo fenómeno en Aragón.  

3.1.1.3. Vocales o, u:

a) Sufren asimilación: Rumua1do, pulmunia...

b) Disimilación: mormurar, ombría (umbría).

c) Muchos vocablos catalanes, al castellani­zarse, tomaron el masculino en -e en lugar de -o: canute, noviaje, unte (nombre verbal). 

3.1.1.4. Además de los fenómenos expuestos, si las vocales quedan en posición final seguidas de -s, sufren un mayor grado de abertura al aspirarse la -s, como se verá en el apartado de consonantes.  

3.1.1.5. Diptongos:

Se observan dos fenómenos fundamentalmente:

a) Traslado de acentos con el fin de favore­cer la diptongación o deshacer los posibles hiatos: báu1, bóina, escalabraúra, fréirlos, envasáor, amasáor... Lo recoge Alonso Zamora Vicente (10) como dialectalismo aragonés, aun­que no exclusivo; lo que aquí señalo es la vitalidad del fenómeno.

b) Acercamientos vocálicos para favorecer la diptongación produciendo analogías, disimila­ciones, metátesis, epéntesis de vocales, etc.: nuevecientos, plaita paine, almuada, ciazo, cieca, taíná, escoplío, quicial…  

3.1.2. Consonantismo

3.1.2.1. Nuestro entrevistado es absolutamente lleista; no falló ni una sola vez: pollo, llover, llena, trilla, caballo, ganchillo (rastrillo); aunque no toda la provincia de Albacete es lleísta. 

3.1.2.2. Hay consonantes sordas intervocálicas mantenidas: cocote, pescatero, alfiletero, acachar. V. García de Diego (11) dice que en el aragonés común fuera de la zona pirenaíca, no es un fenómeno fonético sino funcional. Alonso Zamora Vicente (op. cit., pág. 227) lo cita como el rasgo más característico del aragonés. Gregorio Salvador (12) no habla del fenómeno, pero en la recopilación léxica cita, además de la vitalidad del sufijo -ico, adivineta, cucar, descocotar, embolicar, apoyándose en Borao, Pardo, Monge, etc. (13). Menéndez Pida1 (14) habla de una extensa región en la que se daría el fenómeno, que en sus orígenes se extendería por La Rioja y Aragón. Este rasgo se ve reforzado por casos de ensordecimientos murcianos (acaso de influencia aragonesa) y algunos mancheguismos; veánse los ejemplos de alifar, bajoca. etc. 

3.1.2.3. Como en toda el área castellana /b/ = /v/, pero la /b/ cuando va precedida de la alveolar fricativa s, se hace labiodental sorda, dándose las formas: esfaratar (desbaratar), lahfotah, lahfolah, efarriar (desvariar)… 

3.1.2.4. Las consonantes finales se muestran muy vacilantes, ya sean en interior de palabra o finales totales, en cuyo caso pueden perderse: ataul/ataúd, navidá, edá, ejual, almario, arbañil, golgotita... 

3.1.2.5. Vacilaciones consonánticas: rogío, abujero, merenjena, enjubarse; aunque nuestro entrevistado las usa, hoy tienen poca frecuencia.  

3.1.2.6. Reforzamiento del diptongo –ié ­procedente de ĕ; lo vemos en: guierro, guieso, guierba. Este refuerzo se ha inclinado hacia la velar, en lugar de hacia la palatal: yerro, yeso, yerba.  

3.1.2.7. El sonido de -s final de palabra, grupo o sílaba dice A. Zamora Vicente (15) que es el rasgo más característico de la región, aunque no es exclusivo de la zona que nos ocupa ya que aparece también en Murcia. (16)

Esta -s presenta varias realizaciones.

3.1.2.7.1. Aspiración: asimilándose la -s a la consonante siguiente: hah fihto?, noh famo; así, ante sonora labial, el efecto acústico es de fricativa labiodental; ante dental se aspira y dentaliza: loh dedo, cuando no: loj dedo.

3.1.2.7.2. En posición final absoluta puede llegar a desaparecer, cosa que ocurre en Extremadura además de Albacete, abriéndose la vocal y quedando como rasgo de plural. Estamos en el paso intermedio entre -s > -h > -Ø.

3.1.2.7.3. En interior de palabra igualmente se aspira: rahpa, banahta, arrahtra. (17)  

3.1.2.8. Como fenómeno paralelo a la aspiración de - s, se pierde -z: hq, maį, lų; con aspiración en interior de palabra: biĥco, pelliĥco. (18)  

3.1.2.9. Epéntesis de consonantes aparece en: muncho, mercerla, mencha, albarcas, alcancil 

 

 

3.2. MORFOLOGIA  

3.2.1. El género

3.2.1.1. Sigue la norma castellana aunque aparezcan masculinos en -e: alfalfe, quejique, lo de otre, trabajar a otre; también añadiendo -e a la incorporación de palabras valencianas o catalanas: canute, cañute, brote, chirrete...

3.2.1.2. A veces se forma un femenino analógi­co que puede o no llevar implicito un cambio semántico. Tal es el caso de: estudianta, le­brilla, legona, liebro, ovejo…  

3.2.2. En la formación del plural tenemos vul­garismos: sofales, jabalinas. 

3.2.3. Prefijos

3.2.3.1. Abundancia en el uso de a- protética: amanar, abarrer, arrecoger, asobinar, aparecio (de parecer), arrempujar (vulgarismo), arrepre­tar (vulgarismo), arrestrojarse, asorratar

3.2.3.2. El prefijo des- ha perdido la inicial sonora d- y ha quedado reducido a es-: esganar, esnudar, esperezarnos; y hasta pasa a formar parte de la palabra espujavante. Estas formas derivativas originan verbos con idea de separación o aumento: des-anchar, des-apartar, des-abotonar, des-inquieto. 

3.2.4. Sufijos

3.2.4.1. Los sufijos aumentativos son los usuales del castellano aunque algunos hayan originado formas dialectales:

a) –on, ona, se aplican generalmente a sustantivos: reguerón, revoltón, cabezón; aunque también hay formas adjetivas: grandón, grandullón, pingón.

b) Pero el aumentativo mas característico de esta zona es -ismo por la pérdida de la -i-postónica: muchísmo, hartísmo, cansaísmo, guapísmo…; sobre todo en momentos de gran afectación. García Soriano habla de que sólo en el NE del dialecto murciano se da este fenómeno y para él el NE del dialecto lo forma, entre otros, el partido judicial de Casas- Ibáñez a1 que pertenece Alborea. Por tanto, según é1, es un rasgo dialectal que se da sólo en el NE del dominio del murciano.

3.2.4.2. El diminutivo característico es -ico/ -ica que es, así mismo, propio de Aragón y Murcia; bonico, caballico, cobardita, chiquitico, pequeñico, nenico. Otro que mantiene gran vitalidad es -ete/-eta y son las formas que han perdurado de las catalanas -et/-eta: Juanete, Manolete, picoleta, coscoletas, barrilete, ir cogidos del bracete, niñeta (del ojo), perrete; -illo le sigue en frecuencia y los demás: -ito, -in..., son muy poco usados.

3.2.4.3. Otros sufijos abundantes con matiz aumentativo y asociado un despectivo son:

a) -azo, -ozo, -uzo: caloruzo, galguzo, gotazo, nevazo, peñazo, perruzo, porrazo, porrascazo, quemazo, riecazo;

b) -uto: casuto;

c) -usco/a: corrusco, llavusco;

d) -arro: dulzarrón;

e) -ote: burrote;

f) -aco: metijaco;

g) -ajo: locajo, pequeñajo, matujo. 

3.2.5. El verbo es el que presenta mayor irregularidad. 

3.2.5.1. Interferencias en el paradigma de la conjugación que se presenta con estas formas; entre otras:

a) Confusión en la segunda persona plural de futuro absoluto: amarais/amareis/ameis/amais.

b) En la segunda persona plural de perfecto absoluto se dan todas estas formas: amastes, amasteis, amáis, amabais, amaste, vosotros amaron.

c) Cruce entre las formas de presente de indicativo con e1 de subjuntivo y de éste con el pretérito imperfecto: amamos/amemos/amaremos.

d) Estas dificultades se ven corregidas en el habla coloquial por la preferencia a usar perífrasis verbales a las formas sintéticas: si llegas a estar aquí... por si hubieras estado; va a parecer que... por parecerá que; etc.

Hay que aclarar no obstante, que todas estas confusiones las han hecho los informantes al ser interrogados por el paradigma completo de un tiempo verbal. Luego, en el habla coloquial el uso de presente, pasado y futuro ha sido el correcto.

3.2.5.2. La segunda persona de singular hace: salistes, dijistes, cantastes, vistes, trajistes..., en analogía con la segunda persona de plural del habla vulgar. (19)

3.2.5.3. Las formas: habis, haiga... son, claramente, vulgarismos en retroceso. (20)

3.2.5.4. Aún tienen vigencia los pretéritos: andé, podi. 

3.2.6. Partículas

3.2.6.1. En la conjunción señalo el uso exclusivo de la disyuntiva u: rebaño u atajo, pajar u depósito de paja, travesaña u tranca, fría u helá, dar teta u mamar.

3.2.6.2. En el caso del adverbio, aparece: ende, dende, pa lante, enantes, dispués o dimpues, agora. (21)

 

 

3.3. LÉXICO 

3.3.0. La base fundamental del léxico es el castellano, con algún aracaismo y con bastantes cruces dialectales del aragonés, murciano y algún valencianismo o catalanismo. 

3.3.1. Del léxico utilizado por nuestro entrevistado, el D.R.A.E. señala como:

3.3.1.1. Aragonesismos: ablentar, anieblar, barral, caparra, chulla, emboticar (también en Murcia), enrobinarse, esclafar (aunque provienedel catatán), festear, forcate, güeña, halda, jetazo, melsa, mojete, rodancha, rosigar, rosigón, samugo, silleta, tocho, tranquillo (escalón), yayo (abuelo es peor que yayo), zuro.

3.3.1.2. Murcianismos: alhábega, aristin, atascao (obstinado/terco), bajoca, bufar, calorina, capuzón, cequión (Acequión), ensobinarse, esclafar, estufio, jetazo, mojete, pansio, ramuja, regomello, rodancha, rosigar y rosigón, zafa, zuro.

3.3.1.3. Catalanismos/valencianismos: bajoca, bolinche, canute, caparra, esclafar, festear, llanda, mote, pansio, porche, tragar, trincha, viaje.

3.3.1.4. Voces albaceteñas: custrirse, estufi(d)o, gancha, guacho, samugo, travesaña, yayo. 

3.3.2. Además de estas palabras que recoge la R.A.E., A. Zamora Vicente recoge 181 como propias de Albacete (22). De ellas, en la encuesta aplicada en la localidad aparecen: corcusílla, chista, enrobinarse, gobanilla, guarin, guarra (embutido), halda, jeja, josma, melguizo, melsa, melón de agua (sandia), perifolla, risera, rosigar, rosigón, sanochar, algunas de ellas aragonesismos y murcianismos, más otras de las ya citadas en 3.3.1.4. 

3.3.3. Si comparamos el léxico de la localidad con el léxico manchego (23), encontramos en nuestro entrevistado, y sólo en la muestra recogida, las voces: alcayata, aliaga, alifar, atascaburras, bancal, la forma manchega bofeña en la localidad de Alborea es güeña, caloruzo, cavullera, cocote, cochambrear, corciol, coscoletas (García Soriano, para el murciano, recoge coscaletas), cuerva (bebida), chumbar, chuscarrar, chusmarro, dedo margarite, desperifollar o esperfollar (la R.A.E, admite desperfollar como propia de Murcia), embusar, enante (como vulgarismo manchego), escabillar, esfarriar, espartitllo o espartín (barbas que cria la cebolla del azafrán), estaribel, gasón, güisque, jamagoso, lebrilIa, legona, regomello, velilla, voltejeta. 

3.3.4. Andalucismos o comunes con Andalucía: empancinar, empentar, franca late o froncalate, melguizo, vetilla. 

 

4. CONCLUSIONES 

Con todo lo anteriormente expuesto, podemos volver al punto inicial: "En todo estudio del castellano habrá que tener muy en cuenta su condición de complejo dialectal" (24). E1 Profesor García de Diego hace referencia a las formas dialectales, en 1a mayoría de los casos variaciones fonéticas, que se han incrustado en el castellano y que incluso hoy ha olvidado el DRAE. "En su invasión» el castellano sustituyó sólo lo que era sustituible, aceptando lo que halló sin relación con sus formas" (25). Pues bien, con los datos aportados, necesariamente breves en el espacio de una comunicación, el habla de la localidad es el castellano. Esta es, además, la conciencia de nuestro entrevistado, aunque piensa que no lo "habla bien", en alusión a posibles arcaísmos. 

Pero se advierten divergencias con respecto a la norma, que se manifiestan:1. En el nivel fonético:

1.1. Vacilaciones vocálicas entre /e/-/i/, unas veces por influencia del murciano y otras del valenciano aunque también siga la tendencia castellana.

1.2. Nota característica de la localidad, dentro de la zona norte de la provincia, es la pérdida de la -i- postónica para dar lugar al sufijo aumentativo -ismo.

1.3. Común con Aragón es la deglutinación del artículo en palabras de origen árabe, dando lugar a formas como lacena, zafranal... (véase 3.1.1.2.b).

1.4. También comparte con el aragonés la tendencia a formar diptongos de forma más abundante que el castellano, por lo que traslada los acentos, o procura acercamientos vocálicos.

1.5. En el plano consonántico, las formas que adopta la -s son semejantes a las de las hablas surorientales de la Península (26); el ensordecimiento de la bilabial /b/ es fenómeno murciano y la permanencia de sordas intervocálicas es común con el aragonés.

2. En el nivel de la morfología cabe destacar la presencia de sufijos aragoneses y murcianos. Algunos catalanismos han sido incluidos en la localidad con el correspondiente filtro aragonés o murciano.

3. En cuanto al léxico, creo que en este breve espacio hay una muestra suficiente de la variedad dialectal que se encuentra en la muestra recogida. Como se ha visto, hay muchos fenómenos léxicos, fonéticos y morfológicos que se entrecruzan dentro del habla de Alborea, dándole un carácter de zona de transición entre el castellano, aragonés, murciano y, en menor medida, catalán-valenciano. El castellano se va imponiendo conforme avanza la Reconquista pero en las zonas limítrofes, donde la repoblación no fue exclusiva de castellanos, en la que por ser tierra fronteriza estuvo durante mucho tiempo poco poblada, y tierra de paso para muchas gentes, necesariamente estos grupos humanos han dejado sus huellas.

Gregorio Salvador ha rastreado los aragonesismos en el oriente andaluz, pero también las tierras que pertenecieron al reino de Murcia y sus colindantes fueron repobladas por aragoneses en una época anterior; de ahí que también existan en la zona oriental de la provincia de Albacete.

A. Zamora Vicente, en sus "Notas para el estudio del habla albaceteña" (27), parte de las encuestas practicadas a sujetos de Albacete capital, que naturalmente atrae formas provinciales, y a otro de Tarazona de la Mancha, localidad situada en el nordeste y cercana a la provincia de Cuenca, camino natural de esta comarca hacia Aragón; pero dentro de la provincia todavía quedan zonas por explorar. 

 

 

 

5. NOTAS 

1. GARCÍA DE DIEGO, Vicente. "El castellano como complejo dialectal y sus dialectos internos", RFE. XXXIV, pág. 107.

2. MILA Y FONTANALS, M. "Limites de las lenguas románicas" en Obras completas, Madrid, 1985, págs. 530-536.

3. MENENDEZ PIDAL, R. "Sobre los limites del valenciano" en Primer Congrés Internacional de la Llengua Catalana, Barcelona, 1908, págs. 340-344.

4. SÁNCHEZ SÁNCHEZ, José. "Geografía de Albacete", II, I.E.A.-C.S.I.C., Albacete. 1982. pág. 257.

5. MADOZ, Pascual. "Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España", I y II. 1845-1850. Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, 1987.

6. Utilizo los datos publicados por F. DÍAZ MARTINEZ en "Demografía de la provincia de Albacete. Bases para una Planificación Económica", 1990, cuya fuente es el INE.

7. "Repartimiento de la ciudad de Murcia", publicada por el Profesor TORRES FONTES en 1960.

8. BALLESTEROS, Antonio. "La reconquista de Murcia (1243-1943)" en Boletín de la Real Academia de la Historia, 1942. CXI. págs. 133-150.

9. Señalo los rasgos divergentes con la norma actual castellana a fin de señalar los rasgos dialectales, arcaísmos, etc.

10. ZAMORA VICENTE, Alonso. "Dialectología española", Madrid, 1985, pág. 221.

11. GARCÍA OE DIEGO, Vicente. "Manual de Dialectología Española", Madrid, 1959, pág. 246.

12. SALVADOR CAJA, Gregorio. "Aragonésismos en el andaluz oriental" en AFA (Archivo de Filología Aragonesa), V, 1953, págs. 143-165.

13. BORAO, Jerónimo. "Diccionario de voces aragonesas", Zaragoza, 1908; PARDO ASS0, José. "Nuevo Diccionario etimológico Aragonés", Zaragoza, 1938; MONGE, Félix. "El habla de La Puebla de Hijar" en RDTP (Revista de Tradiciones Populares), VII, págs. 187-241.

14. MENENDEZ PIDAL. Ramón. "Orígenes del Español", Madrid. 1976. 46(2.3). págs. 250-251.

15. ZAMORA VICENTE, Alonso. "Notas para el estudio del habla a1baceteña" RFE. XXVII. 1943, págs. 237-238.

16. Justo GARCÍA SORIANO.

17. Un estudio detallado de aspiración de -s en M. ALVAR, "Las hablas meridionales de España y su interés para la lingüistica comparada", RFE, XXXIX, 1955, págs. 284-313

18. MENENDEZ PIDAL, Ramón. "Manual de Gramática Histórica Española", Madrid, 1973, pág. 168.

19. ZAMORA VICENTE, Alonso. "Dialectología Española", Madrid. 1985. pág. 259.

20. Ib., pág. 264.

21. Ib., págs. 275-276. Señala como propio de toda la zona del dialecto, aunque arcaico, el adverbio dende y también Incluye como vulgarismo dimpués.

22. ZAMORA VICENTE, Alonso. "Notas para el estudio del habla albaceteña", RFE. XXVII, 1943.

23. SERNA, José S. ''Cómo habla La Mancha", Albacete,1983

24. Vicente GARCÍA DE DIEGO, nota núm. 1.

25. Ib., pág. 113.

26. Si se desea mayor profundización, a titulo de ejemplo puede consultarse además de M. ALVAR, 1955; ALARCOS LLORACH, Emilio, "Fonología Española", Gredos, Madrid, 1974; CERDA, Ramón, "Nuevas precisiones sobre el vocalismo del andaluz oriental", en LEA, XIV.1, 1992, págs. 165-180; y NAVARRO TOMAS, Tomás, "Desdoblamiento de fonemas vocálicos", en RFH tomo I, 1939, págs. 165-167.

27. RFE, XXVII, 1943.   

 

 

 

García Payer, Mª Josefa (2008); Dpto de Filología Hispánica y Clásica. EU Magisterio de Albacete; Un ejemplo de Castellano como complejo dialectal: el habla de Alborea, en Alaxarch. Revista de Estudios de La Manchuela, nº 2 (documento en línea). 

http://www.revistaalaxarch.es/

 


 

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