Descripción:

Pequeño sapo de aspecto rechoncho y ojos prominentes con iris dorado manchado de negro y pupila vertical, muy similar al sapo partero ibérico. Se diferencian por la presencia en el común de pequeñas glándulas parótidas (abultamientos entre el ojo y el tímpano y que, no obstante, pueden llegar a faltar también) y tres tubérculos palmares en sus miembros anteriores (el ibérico posee dos). Su piel verrugosa cuenta con una coloración grisácea o parduzca con manchas oscuras (verdosas, pardas, grises, o rojizas) en el dorso. Puede presentar también, pequeñas verrugas de tonalidad anaranjada y de disposición dorsolateral, además de una mancha clara de forma triangular en la base de las patas delanteras.

Alimentación:

Su alimentación consiste en isópodos (cochinillas de humedad), diplópodos (cardadores), coleópteros (escarabajos), dípteros (moscas y mosquitos), ortópteros (saltamontes), anélidos (lombrices) y arácnidos.

Ecosistema:

Habita en terrenos abiertos y secos, zonas boscosas (encinares, pinares), canteras y aledaños de charcas. Su actividad la desarrolla durante la noche, permaneciendo normalmente durante el día oculto bajo piedras, troncos o en galerías de micromamíferos. Con frecuencia comparte su refugio con otros congéneres, como sapos comunes, sapos corredores y salamandras. En la época estival excava madrigueras buscando la humedad, hibernando si las temperaturas bajan mucho.