Descripción:  

Arbusto erecto, muy ramificado, que puede llegar a alcanzar hasta los 2,5 m de altura. Las ramas son también de crecimiento erecto, color verde y sección pentagonal. Pero lo más característico de esta planta son sus grandes flores amarillas doradas, que aparecen entre los meses de abril y junio reunidas en inflorescencias en racimo, flojas y terminales; cada flor tiene forma amariposada, cáliz bilabiado y largos estigmas enrollados. Cuando maduran dan lugar a un fruto en legumbre, velloso por el margen y de color negro, que en su interior encierra varias semillas.

Hábitat:  

La retama de escobas o retama negra crece en lugares abiertos de montañas poco elevadas, y siempre en las solanas, prefiriendo los suelos arenosos o rocosos. Menos comúnmente se la encuentra en matorrales y claros de bosque.

Usos:  

Como su nombre indica, las ramas de esta planta se emplean para la fabricación de escobas, techos y mamparas. La corteza también se usa para hacer tejidos y curtir. Pero su mayor importancia reside en sus virtudes medicinales, ya que de las ramas se obtiene una droga empleada para combatir las afecciones respiratorias y cardíacas; la infusión de las flores posee propiedades diuréticas. Curiosamente esta planta no se empezó a utilizar en medicina hasta mediados del siglo pasado. Es importante advertir que la retama negra es venenosa para el ganado.