Descripción:

Hierba aromática anual, ramificada desde la base, con hojas divididas en segmentos lineares, y con tallos coronados por capítulos muy característicos. Cada capítulo, lo que acostumbramos a llamar ‘flor’, es realmente una agrupación de cientos de flores minúsculas, cubiertas en su base por una fila de brácteas; las flores centrales son tubulosas, de color amarillo, mientras las externas poseen una lengüeta blanca que sobresale, aparentando ser los pétalos del capítulo. Las del centro se disponen sobre un receptáculo carnoso, abombado, fácil de observar si se corta el capítulo de arriba a abajo por su parte central. Cada una de esas pequeñas flores tubulosas dará lugar a una semilla, alargada y de forma cónica, separadas entre sí por pequeñas escamas.

Hábitat:

Cunetas, pastizales, majadales y enclaves moderadamente alterados por la actividad el hombre o el ganado. Ocasionalmente coloniza los entresijos terrosos del adoquinado urbano, e incluso puede aparecer formando parte de la flora que vive en los tejados.

Usos:

La manzanilla es una planta apreciada por sus virtudes medicinales, sobre todo como reguladora estomacal y para las afecciones oculares; en el último caso, se utiliza el agua en la que se han cocido flores de la manzanilla, debidamente filtrada. Tiene también virtudes tranquilizantes, y a menudo es recomendada como complemento de los tratamientos médicos de los catarros y congestiones nasales